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martes, 15 de octubre de 2019

¿Se puede vivir siempre enamorados?




El enamoramiento es una de las experiencias humanas más rica, fecunda y plena. Enamoramiento y plenitud van de la mano. La persona enamorada experimenta la plenitud. No falta nada.

Pero es ahí que intervienen los psicólogos y nos dicen que el enamoramiento es una etapa pasajera que hay que superar para vivir el verdadero amor. Alguna corriente psicológica afirma que estar enamorado por más de seis meses se convierte en algo patológico que impide el crecimiento.
Hace un tiempo estaba bastante de acuerdo con esta visión. Hoy discrepo. Por lo menos parcialmente.

Si tomamos el “enamoramiento” desde un punto de vista estrictamente psicológico podemos afirmar que es una etapa en el desarrollo humano que puede y tiene que ser superada apuntando hacia un amor más radical y universal.
Nuestra experiencia avala esta tesis: las mariposas en la panza van desapareciendo, la idealización de la persona amada (o cualquier otra realidad de la cual estamos enamorados) va dejando lugar a los limites y defectos, el pensar las 24 horas del día en el amado/a va mermando.

No obstante, no termina acá.
El ser humano es mucho más que su experiencia psíquica. Somos seres espirituales, somos espíritu.
Y acá ocurre el milagro: el espíritu puede vivir siempre enamorado. Es su esencia, su misión.
El espíritu es el reflejo del Espíritu divino y Dios está siempre enamorado. Dios es un eterno enamorado del Amor que es, del amor que crea, del amor que todo lo engendra y sostiene.
Dios es un eterno enamorado de su creación, del ser humano, de cada flor, pájaro, árbol. Eterno enamorado de cada suspiro, cada lagrima, cada anhelo y esperanza. Porque en todo, su amor se expresa y revela.

Desde el espíritu entonces podemos vivir siempre enamorados. En realidad es la única manera de vivir. La única manera que nos permite experimentar la plenitud y encontrar el verdadero sentido de la vida.
Como lo expresó maravillosamente Osho: “Cuando estamos enamorados nunca nos preguntamos que sentido tiene la vida”.
Buscamos un sentido a la vida cuando no estamos enamorados. Buscarle un sentido a la vida en el fondo es buscar enamorarnos. De alguien, de algo.

¿Por qué todo eso?
Porque el sentido es la Vida misma. No existe un sentido afuera de la Vida y del vivir; como no existe un sentido afuera del Amor y del amar.
Entonces, aunque pueda y tenga que terminarse la etapa de enamoramiento psíquico con todos sus efectos, puede seguir – tiene que seguir – el enamoramiento del espíritu.
Es un enamoramiento radical pero pacifico, sereno, estable. Sin sobresaltos emocionales, por lo menos, comúnmente.

Podemos vivir siempre enamorados, si.
Vivo enamorado de la sonrisa de los niños y sus abrazos, de mis plantas, mis amistades. Vivo enamorado de los colores, los sonidos, la luna y el sol. Vivo enamorado del canto de los pájaros, del olor a tierra mojada y a pan fresco. Vivo enamorado de la música y mis caminatas. Vivo enamorado de la poesía y del silencio.
Vivo enamorado del Amor.
¿Se puede vivir siempre enamorados?

Si, sin duda.



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