jueves, 20 de septiembre de 2018

Luminosa Ausencia



Cuando en la perenne selva,
oscura la Presencia se disuelve
necesitaré más y más silencio
para beber de la inagotable fuente
de tu luminosa Ausencia.

Y cuando el cansancio de los rostros
asomará en la húmeda ventana
surgirá terrible la pregunta nunca hecha:
¿La Ausencia de un dios conoce el humano sufrir?

Quebrará entonces tu sonrisa hecha luz,
la corteza tenaz y tosca que esconde la vida,
- ¡chorro infinito y cristalino! -
y estallará la paz que desde siempre

va nombrando los dioses y las cosas.

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