Siempre tan frágil esta mañana nueva,
hermosa y frágil la vida
que transcurre entre mis dedos y no me pertenece.
Frágil la sonrisa,
efímera y bella.
Como el hoy que se muere
donde otra luna vive.
Un suspiro de amor,
tu aliento y todo acaba.
Como la última nota
de la sinfonía más bella.
Frágil la vida que me enamora,
frágil y siempre nueva.
Eternamente viva
como unos ojos
llenos de amaneceres.
Renace el Misterio y terco se repite
y lo dejo ser.
Lo dejo ser, ¡si!
Sepulcro siempre abierto
donde hasta la muerte huele a melón.
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