El cuarto domingo de Pascua es llamado "Domingo del Buen Pastor" y la iglesia reza de una manera especial para las vocaciones. La liturgia nos propone justamente una parte del capítulo 10 de San Juan, casi todo dedicado al tema del buen pastor.
El texto de hoy, muy cortito, tiene sugerencias muy lindas para nuestro caminar.
"escuchar la voz": aprender a escuchar es fundamental. Se aprende a escuchar a Dios escuchandose a uno mismo. Es el camino de la interioridad y del silencio. Sin una profunda escucha no hay vida espiritual.
"yo las conozco": el tema del conocer está estrechamente unido al de la escucha y del amor. No hay amor sin conocimiento: lo olvidamos a menudo. No podemos amar a un Dios que no conocemos o intentamos conocer, como no podemos amar plenamente a una persona sin conocerla. Paralelamente cuanto más conocemos y comprendemos una persona más podemos amarla.
Una certeza maravillosa y alentadora: Dios nos conoce en lo más íntimo, mucho más de lo que nos conocemos a nosotros mismos.
"nadie las arrebatará de mi mano": una hermosa imagen. Una imagen muy concreta y sugerente de la ternura del Amor. Dios nos tiene agarrados de la mano. No hay manera de soltarse. Tranquilos entonces. Dejemonos conducir por esta mano tierna y fuerte a la vez.
Quiero terminar con una oración que me gusta mucho y siempre me acompaña:
Oh Dios, ningún hombre te ha visto jamás.
Tú eres único, pues superas toda
misericordia.
Te doy gracias con todo mi corazón,
porque no me has retirado tu mirada
cuando yo me iba hundiendo en la
oscuridad.
Tú me has agarrado con tu mano divina.
Simeón
el Nuevo Teólogo (949-1022)
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