miércoles, 6 de abril de 2016

Cenit

"Por muy rápido que corras
tu sombra no solo te sigue siempre
sino que, a veces, ¡Se te adelanta!
Solo el pleno sol sobre la vertical
te reduce la sombra.
¡Pero esa sombra también
te hace un servicio!
Lo que te duele, te bendice.
La oscuridad es tu candela.
Tus límites son tu búsqueda.
Podría explicar todo esto, pero se rompería
el cristal que cubre tu corazón
y eso no hay forma de arreglarlo.
Tienes que tener
tanto una sombra
como una fuente de luz.
Escucha y reposa tu cabeza
bajo el árbol
del sobrecogimiento.
Cuando, desde ese árbol,
te empiecen a brotar
plumas y alas
quédate más callado
que una paloma…
Ahí, en el aliento silencioso
es donde vive el alma."


Rumi





Seguimos reflexionando sobre la luz y la sombra a partir de un hermoso poema de Rumi. 
El poema habla por sí solo y no necesita comentario. Los invito a leerlo muy pausadamente y a saborear cada frase y cada palabra.

Les comparto brevemente unas lucecitas:

La sombra reconocida y amada se transforma en bendición: ¡reconoce y ama lo que te duele! ¡Reconoce y ama tus heridas!

El pleno sol reduce la sombra: el cenit es el punto más vertical del sol donde la sombra es mínima o nula. Es el punto central de tu vida, desde donde vivir. ¿Encontraste el cenit? 

Todo esto no se puede y no se debe explicar: no busques explicaciones racionales. Simplemente bebes de la luz. Deja que la luz sea. Y calla.

El árbol del recogimiento es tu celda más interior, tu lugar más intimo, donde ya no estás tu, sino solo Dios. Descubrirás tu verdadero yo: Dios.

En ese lugar sin lugar solo hay luz. Desde ahí podrás volar, vivir en libertad y aprenderás a manejar con sabiduría y paz el juego de amor de luces y sombras.



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