“El rostro de una madre es para su hijo su primer libro ilustrado. Mi madre tenía un rostro de pan bueno y me gustaba, cuando me subía del suelo y me llevaba a la altura de sus ojos, repiquetear con mis dedos gorditos de niño de tres años la miga de sus claras mejillas. Algo más tarde, cuando empecé a escribir, alrededor de los seis o siete años, me divertía a dibujar con los dedos algunas palabras sobre sus mejillas. Ella cerraba los ojos, me dejaba hacer, después, sin equivocarse nunca, decía en voz alta la palabra que recién había apoyado sobre su carne: agua, fuego, tierra, luna. Así ella, cuya paciencia me había educado a lo eterno, se convirtió en mi primera página en blanco.”
Christian Bobin
Compartimos hoy este hermoso y sugestivo texto del escritor francés Christian Bobin. El estilo de Bobin es muy característico: su prosa huele siempre a poesía. Tal vez para decirnos que también nuestra prosa, nuestra vida cotidiana, puede oler a poesía, a un amor extraordinario.
Me detengo en lo que a mí me llamó más la atención: "la página en blanco."
Tal vez es una de las experiencias básicas de la vida, experiencia que funda y sostiene: encontrar una página en blanco para poder expresarnos en total libertad y confianza.
Una página en blanco te recibe y te recibe siempre. No te juzga, sino que acepta tus trazos, trazos a veces feos o erróneos.
Una página en blanco sabe que estás aprendiendo y no le importan las correcciones o los borrones.
Una página en blanco siempre está ahí, esperándote.
Una página en blanco siempre vive enamorada de tus palabras, cualquier cosa expresen.
Seguramente cada cual encontró una página en blanco en su vida, o más páginas: puede ser hoy el momento para agradecer y nombrar estas páginas.
María de Nazaret fue la página en blanco para Jesús y tal vez nadie como María vivió tan profundamente su vocación de página en blanco: tanto que Dios pudo escribir en ella la Palabra.
Podemos también preguntarnos para quien en especial queremos ser página en blanco. También es nuestra vocación, nuestro llamado. El llamado universal siempre se concretiza y toma un rostro concreto: ¿para quien eres página en blanco?
Terminamos con la Página más bella y más blanca, la Gran Página que siempre está. Página siempre nueva, siempre pronta. Una Página especial en la cual todas las páginas y las palabras entran y se entretienen.
Una Página que todo sabe transformar en poesía.
Encontrarla te permitirá expresarte en total libertad y confianza y hará de tu vida un poema.
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