"El silencio de la naturaleza es un maestro genial"
Eckhart Tolle
El silencio está mucho más presente de lo que normalmente pensamos o hasta podemos imaginar. El silencio es el trasfondo sobre el cual se desarrolla nuestra vida. Todo nace y vuelve al silencio. Aprender a percibirlo es muy importante para nuestro crecimiento y desarrollo. Si nos ejercitamos a vivir más despacio y estamos más atentos percibiremos el silencio en el fondo de cada cosa: notaremos como las palabras surgen del silencio y al silencio vuelven, como los pensamientos, sentimientos y emociones hacen lo mismo. Darse cuenta de todo eso es algo muy bello y nos introduce en otra dimensión. Descubriremos que el silencio es nuestra raíz más profunda, donde nuestro ser y Dios se funden en un solo Ser.
La naturaleza, en este proceso de hacernos amigos del silencio y enamorarnos de él es una maestra única. La naturaleza está enraizada en el silencio. Adentrarnos en un bosque en las primeras horas de la mañana o caminar en una playa no contaminada por ruidos humanos nos puede dar un tenue vislumbre.
"El silencio de la naturaleza es un maestro genial"
Tenemos una maestra del silencio a nuestra disposición 24 horas por día: ¿por qué no aprovechar? ¿Por qué no nos disponemos a escucharla?
A veces basta poco: unos minutos de escucha profunda delante de un ser vivo o mirando algo que nos parece bello.
Escucha el profundo silencio de esta flor, el silencio desde el cual surge el canto de los pájaros, el silencio del cielo, el silencio del viento, de las plantas que crecen, del atardecer, el silencio de las miradas, el silencio que permite toda palabra.
Lo importante es detener todo movimiento mental y emocional y quedarnos inmóviles, quietos, en actitud de radical escucha.
Podemos ejercitarnos. Es una práctica espiritual muy importante en el camino de crecimiento. El silencio te transforma y la naturaleza es maestra.
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