"Dios mío, cuantos bienes me hayas reservado
en este mundo, dáselos a tus enemigos,
y cuanto me hayas reservado en el otro,
dáselo a tus amigos,
porque a mí, Tú me bastas."
Rabi'a al-'Adawiyya
El Islam no anda muy de moda en estos tiempos, especialmente en
Occidente. Quebramos una lanza a su favor, yendo al corazón del Islam: su
mística. Veremos su profunda belleza y la raíz común con el cristianismo.
Les presento una mujer excepcional: Rabi'a al-'Adawiyya.
Rabi'a al-'Adawiyya es una mística musulmana. Nació en Irak en el 713 y
murió en Jerusalén en el 801. La podemos comparar con Santa Teresa de Avila.
La frase de hoy nos recuerda lo que decía Teresa: "sólo Dios basta."
Los textos de Rabi'a al-'Adawiyya son hermosos, en ellos brilla el
amor, la gratuidad, la belleza.
Justamente el texto de hoy se centra en la última expresión: "Tú me
bastas".
Experiencia común de todos los místicos de todas las tradiciones
espirituales.
¿Qué significa?
No es un desprecio de la creación y las criaturas: al contrario. Es
ubicar todo adentro de la gratuidad del Amor.
El Amor basta a sí mismo. Quién busca al Amor por otros fines o intereses,
aunque sean buenos y santos, pierde lo central. San Bernardo lo expresó de esta
manera: "Amo por amar. El amor basta a sí mismo."
Lo peculiar y lo central del Amor es justamente eso: basta a sí mismo. Pura
gratuidad.
Rabi'a al-'Adawiyya lo vivió. Teresa de Avila y Bernardo también.
"Tú me bastas" significa: no busco y no quiero otra cosa
que el Amor. Todo lo amo en el Amor. Soy el Amor que solo ama. Soy el amado, el
amante, el amor. Uno con Dios, amando con su amor.
Gracias Rabi'a al-'Adawiyya: quiero ser como tú. Quiero vivir como tú.
(entre paréntesis: ¿algo que ver con terrorismo?)
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