Hoy les comparto el tema y la reflexión que trabajaremos en esta jornada de misión...
EL SILENCIO
El Silencio
es ausencia de ego, nos conduce a la verdad, a lo de dentro, a lo olvidado, a
uno mismo, a nuestro verdadero hogar, nuestra identidad más profunda…
El Silencio permite que el ego no se interponga y podamos acceder a nuestro corazón.
El Silencio
es un mástil al que como Ulises hay que agarrarse para no dejarse arrastrar por
los cantos de sirenas del egoísmo y el exterior.
En el Silencio, nuestro
ego, tiene que rendirse a nuestro corazón, por eso lo pasa tan mal.
La
gran verdad que somos, nadie nos la puede decir, es un desvelamiento en el Silencio.
El Silencio
es siempre el camino que nos lleva directos a la verdad que somos.
De lo
que nos liberamos en el Silencio es
de todo lo que nos separa de los otros y de uno mismo.
El Silencio es una fuente de dicha, porque
nos permite retornar a nosotros mismos.
El Silencio no nos quita nada, todo nos lo devuelve (la vida) pero con
otra mirada, con otra calidad de escucha.
El Silencio es fuente de libertad.
Es en
el Silencio donde uno entiende.
José Fernández Moratiel
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