"No importa lo que se esté haciendo, no importa a dónde uno se dirija. Siempre puedo estar enamorado de la Vida y vivir la dicha de esa unidad feliz"
Consuelo Martín
¡Siempre puedo estar enamorado de la Vida! ¡Fantástico! En el enamoramiento radica una de las fuentes de la creatividad humana. Gran arte de la poesía, la música, la pintura nacen de una experiencia de enamoramiento. Sin personas enamoradas no tendríamos obras de artes únicas y maravillosas. Toda la poesía, por ejemplo, es "enamoramiento hecho verso". Si el poeta italiano que tanto me gusta - Giacomo Leopardi - no hubiese estado enamorado no tendríamos la poesía: "A Silvia". Si Beethoven no hubiese estado enamorado no tendríamos la novena sinfonía. Si Jesús no hubiese estado enamorado no tendríamos el Evangelio.
¿Por qué entonces tanto miedo y tantos prejuicios sobre el enamorarse?
Las raíces pueden ser múltiples pero señalo sólo dos: una moral hipócrita y gris que encierra y niega lo mejor del ser humano y el miedo a vivir, a perder el control, a dejarse vivir por la Vida.
La Vida es pura energía, puro enamoramiento que desborda por todos lados.
El enamoramiento es el llamado de Dios a volver a Casa, el anhelo a la Unidad, como nos recuerda Consuelo Martín en la frase que encabeza nuestra reflexión.
¿Por qué entonces el enamoramiento es también fuente de dolor?
Creo que podamos ver el dolor como el camino de ida y vuelta del enamoramiento al Amor. Cuando el enamorado se estanca en el objeto de su amor hay un regreso al egoísmo, la individualidad, el aburrimiento, la estrechez de mirada. Cuando en cambio el enamorado engloba el objeto de su amor en la totalidad y universalidad y hace del enamoramiento una palanca para vivir el Unico Amor, en este momento el circulo se cierra y se puede fluir sin dificultades del enamoramiento al Amor y del Amor al enamoramiento. Este proceso de comprensión que se hace vida pasa necesariamente por el dolor. Vivido bien, sin duda vale la pena.
Este estar enamorado de la Vida entonces tiene sus expresiones particulares: puedo estar enamorado de una persona y no de otra, puedo estar más enamorado del sonido de la flauta que del sonido de la guitarra, puedo enamorarme más de la rosa que del jazmín, de Mozart que de Beethoven...pero todo me llevará a Casa, al Amor.
Termino con una cita de uno de mis místicos favoritos - Rumi - cita que cierra la página del blog.
Dice: "Cierra los ojos. Enamorate. Quédate ahí". Se puede vivir enamorados en el Amor: ¿hay algo más hermoso?
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