Empiezo hoy una serie de reflexiones para ayudarnos a entrar en este mundo del silencio. Lo hago por varias razones. Antes que nada para encontrarnos con Dios. Dice el jesuita Anthony de Mello: “Si quieres encontrar a Dios, el primer paso a dar es encontrar un medio para hacer el silencio en ti.” Traducido: sin silencio no hay autentica experiencia de Dios. Tan fundamental es. Además varias personas me pidieron una ayuda para aprender a vivir el silencio. En tercer lugar el silencio es mi "no-lugar" adonde vivo y actúo.
Antes que nada intentamos ver lo que no es silencio:
- El Silencio no es simple ausencia de ruidos externos
- El Silencio no es tampoco simple ausencia de ruidos internos
- El Silencio no es simple fruto de nuestro esfuerzos
- El Silencio no es un logro
- El Silencio no es ni estar callado ni hablar.
Todas estas cosas hacen parte del Silencio pero no lo definen. Son como frutos que surgen y consecuencia del descubrimiento del Silencio.
El Silencio, como todas las cosas verdaderas, no se puede definir. Simplemente se intuye y se vive.
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